devocionales

Una talla cardiológica

«pero ahora te digo que tu reino no permanecerá. El Señor ya está buscando un hombre conforme a su corazón y lo ha designado gobernante de su pueblo, pues tú no has obedecido» 1° Samuel 13:14 NVI

Vivimos en un mundo que intenta marcar el estándar de vida. Clase social, nivel académico, posición política, carácter moral y religioso. Muchos entregan hasta lo que no tienen, por intentar “dar con la talla” en algunas de estas categorías.

El mundo solo marca la medida,  cada uno lo consigue como puede. (si es que podés). Méritos propios, para pertenecer.

En el cielo también hay una medida. No cuenta la clase social, tampoco el nivel académico, mucho menos la posición política, ni hablar de las acciones externas. En el Reino de los Cielos, la medida que existe, es un estándar cardiológico.

Ahora, de la misma manera que se establece esta medida, también se nos otorga las herramientas necesarias para “dar con la talla”.

Se nos fue dado un sacrificio perfecto, la asistencia del Espíritu Santo y acceso total a un “Trono al cuál podemos acercarnos confiadamente.” Lugar dónde podemos conocer su corazón, donde podemos verlo, relacionarnos con Él y así también hallar nuestro destino.

A medida que nos acercamos, nuestro corazón es moldeado a “la talla que Dios desea”. Ese corazón se vuelve dócil y obediente. Comenzando a reaccionar totalmente a la guía, susurro y advertencia del Señor .

Es necesario que tengamos un corazón sano. Un electrocardiograma puede indicarnos la fuerza de nuestro corazón. Un estudio profundo, puede mostrarnos lo saludable de ese corazón al evaluar la interacción que tiene con los demás órganos del cuerpo.

De la misma manera, la Palabra mide la fuerza de nuestro corazón. Y la relación con mi prójimo, mi forma de proceder, me demuestra lo sano o dañado que está.

El corazón que agrada al Padre no es rebelde ni obstinado. Se deja moldear, permite que lo sanen y deja que en el paso del tiempo, su talla se parezca más y más a la talla de cielo.

Recordá “El Señor sigue buscando hombres y mujeres, conforme a su corazón”. Permitile obrar en tu vida.