«El Espíritu de Dios me ha creado, y el aliento del Todopoderoso me da vida.» Job 33:4
Ser llenos del Espíritu Santo debería ser el deseo de cada hijo de Dios. Tan importante como el agua para vivir, es el Espíritu Santo para el creyente.
El pecado y la sensación de estar lejos de Dios muchas veces nos hace pensar que no lo merecemos o que solo esta disponible para un «grupo selecto«. Pero esto es un gran error, porque Dios ofrece su llenura a todo aquel que sigue estos dos pasos:
- PEDIRSELO A DIOS:
En Lucas 11:13 dice: «Así que si ustedes, gente pecadora, saben dar buenos regalos a sus hijos, cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes lo pidan.» Llenará con su Espíritu «a quienes se lo pidan«. ¿Cómo negar Dios esta petición? ¡Él espera ansioso el clamor de sus hijos!
2. PEDIRSELO CON FE:
Dios no pide favores a cambio. No se trata de un «cambalache x obras» . En Gálatas 3:2, Pablo exhorta a la iglesia: «¿Recibieron al Espíritu Santo por obedecer la ley de Moisés? ¡Claro que no! Recibieron al Espíritu porque creyeron el mensaje que escucharon acerca de Cristo.» Lo recibieron porque «creyeron«. Las obras surgen luego, en consecuencia de estar llenos de su Espíritu.
Te animo en este tiempo a buscar la llenura del Espíritu de Dios, y a que lo pidas con fe! Dios está diariamente atento a nuestro clamor. Le gusta saber que nos es indispensable para vivir, para llevar la vida que a Él le agrada.